Nuestras creencias
Somos una iglesia, y denominación, confesional. Esto no significa que las palabras del hombre son más importantes que la Palabra de Dios. La misma Confesión de Westminster declara que “la autoridad de las Sagradas Escrituras, por la cual han de ser creídas y obedecidas, no depende del testimonio de hombre alguno o iglesia; sino totalmente de Dios (quien es la verdad misma) el autor de ellas; y así pues han de ser recibidas porque son la Palabra de Dios” (Confesión 1.4). También dice, “el juez supremo por el cual todas las controversias de religión han de ser determinadas, y todos los decretos de concilios, opiniones de autores antiguos, doctrinas de hombres, y espíritus individuales, han de ser examinados; y en cuya sentencia hemos de reposar, no puede ser otro, sino el Espíritu Santo hablando en la Escritura” (Confesión 1:10).
Nos subscribimos a la Confesión de Fe de Westminster y a los Catecismos de Westminster (Mayor y Menor), como nuestros estándares subordinados. La Biblia, y solamente la Biblia, tiene autoridad suprema, pero los credos, confesiones, y catecismos han sido de ayuda en la iglesia a través de los siglos como explicaciones sistemáticas y concisas de la doctrina bíblica.
Ya que solamente la Palabra de Dios es inspirada, y no los escritos de los hombres, la Iglesia Presbiteriana Libre de Norteamérica ha modificado la Confesión y los Catecismos en unos pocos lugares de acuerdo con nuestro entendimiento de las Escrituras y las necesidades del pueblo de Dios en nuestros días. La modificación que hace que nos distinguimos más de otras denominaciones es una posición abierta en cuanto al bautismo. Damos libertad a los miembros de nuestras iglesias, así como a los ancianos, a creer en el bautismo de los infantes o en el bautismo solamente de aquellos que profesan su fe en Cristo. Si quiere leer más en detalle de nuestra posición, por favor lee la sección en Apartado Para El Evangelio.