DEL PACTO DE DIOS CON EL HOMBRE
7.1– La distancia entre Dios y la criatura es tan grande, que aunque las criaturas racionales deban obediencia a Él como su Creador, nunca podrían tener disfrute alguno de Él como bienaventuranza y recompensa, sino por una condescendencia voluntaria de parte de Dios, la cual le ha placido expresar por medio de pacto.1
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7.2– El primer pacto hecho con el hombre fue un pacto de obras,2 en el cual la vida fue prometida a Adán y en él a su posteridad,3 bajo la condición de una obediencia perfecta y personal.4
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7.3– Habiéndose hecho el hombre a sí mismo, por su caída, incapaz de la vida por medio de ese pacto, agradó al Señor hacer un segundo,5 comúnmente llamado el pacto de gracia; en el cual Él libremente ofrece a los pecadores vida y salvación por medio de Jesucristo, requiriendo de ellos fe en Él para que sean salvos,6 y prometiendo dar su Espíritu Santo a todos quienes son ordenados a vida, para hacerlos dispuestos y capaces para creer.7
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7.4– Este pacto de gracia es con frecuencia presentado en las Escrituras con el nombre testamento, en referencia a la muerte de Jesucristo, el testador, y a la herencia eterna, con todas las cosas que a ésta pertenecen, en ellas legadas.8
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7.5– Este pacto fue administrado de manera diferente en el tiempo de la ley y en el tiempo del evangelio:9 bajo la ley, fue administrado por medio de promesas, profecías, sacrificios, circuncisión, el cordero pascual y otros tipos y ordenanzas dados al pueblo judío, todo esto prefigurando el Cristo que había de venir;10 las cuales cosas fueron, para ese tiempo, suficientes y eficaces, por medio de la operación del Espíritu, para instruir y edificar los escogidos en la fe en el Mesías prometido,11 por medio de quien tuvieron remisión total de pecados y vida eterna; y es llamado el Antiguo Testamento.12
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7.6– Bajo el evangelio, cuando Cristo, la sustancia,13 fue manifestado, las ordenanzas por las cuales este pacto es dispensado son: la predicación de la Palabra y la administración de los sacramentos del bautismo y la Santa Cena;14 las cuales, aunque son menos en número y administradas con más sencillez y menos gloria externa; con todo, en ellos es mostrado [el pacto] con más plenitud, evidencia y eficacia espiritual,15 a todas las naciones, tanto a judíos como gentiles,16 y es llamado el Nuevo Testamento.17 No hay, pues, dos pactos de gracia, diferentes en sustancia, sino uno y el mismo, debajo varias dispensaciones.18
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